Esta preciosa pintura que no deja a nadie indiferente ha sido ejecutada sobre tabla con pinceladas gruesas con textura. En un primer plano nos encontramos dos rosas enormes que son las verdaderas protagonistas del cuadro. En segundo plano lo que parece ser una iglesia o monasterio con su torre y edificio colindante.
Para la composición se han utilizado predominantemente los colores rojizos , anaranjados y granates con pinceladas de amarillo.
Esta preciosa pintura que no deja a nadie indiferente ha sido ejecutada sobre tabla con pinceladas gruesas con textura. En un primer plano nos encontramos dos rosas enormes que son las verdaderas protagonistas del cuadro. En segundo plano lo que parece ser una iglesia o monasterio con su torre y edificio colindante.
Para la composición se han utilizado predominantemente los colores rojizos , anaranjados y granates con pinceladas de amarillo.