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El cuadro refleja una poza natural y al fondo unas aguas en movimiento y una barrera de árboles . Todo ellos muy difuminado. Se han utilizado el color fetiche del autor que es el azul en todas sus gamas junto al blanco por las espumas.
El cielo brumoso forma una unidad con las aguas grisáceas en movimiento, que se han pintado con una pincelada gruesa y que contrastan con la tranquilidad del agua de la poza atrapada en ese confinamiento natural.
Todo el cuadro es una metáfora. A veces podemos lograr una paz, una quietud simplemente erigiendo nuestro pequeño muro frente a las emociones externas, la naturaleza que aquí se encuentra desatada.
El cuadro refleja una poza natural y al fondo unas aguas en movimiento y una barrera de árboles . Todo ellos muy difuminado. Se han utilizado el color fetiche del autor que es el azul en todas sus gamas junto al blanco por las espumas.
El cielo brumoso forma una unidad con las aguas grisáceas en movimiento, que se han pintado con una pincelada gruesa y que contrastan con la tranquilidad del agua de la poza atrapada en ese confinamiento natural.
Todo el cuadro es una metáfora. A veces podemos lograr una paz, una quietud simplemente erigiendo nuestro pequeño muro frente a las emociones externas, la naturaleza que aquí se encuentra desatada.